viernes, 16 de julio de 2010

Con ojos de Canino





























Sobre las fotografías de Sergio López

La obra de Sergio López se inscribe dentro de la tradición de la fotografía de registro, específicamente en el campo de acción de la “fotografía callejera”. En su trabajo se vale de las estrategias propias de esta especialidad: la observación, el acecho, esperar, anticipar. En un instante las cosas se conjugan, los elementos se alinean; el tiempo, el espacio y la mente se unen y suspenden en un clic!!!..., un paréntesis que disecciona la continuidad espacio-temporal y que hace visible la motivación y preocupaciones del autor. Ya el acto de encuadrar y obturar es un complejo conjunto de importantes decisiones que, en definitiva, nos instalará como espectadores en una posición particular y precisa ante el mundo, dirigiendo nuestra mirada, atrapándonos en la visión propuesta por el fotógrafo, obligados a observar directamente esa cierta realidad desde su perspectiva, una particular realidad que a veces nos identifica, nos incluye, nos conecta, y otras, nos hace reflexionar, nos incomoda o, sencillamente, nos es indiferente.

Producir imágenes a estas alturas es una gran responsabilidad, ya que estamos en una sociedad sobresaturada de imágenes, que la era digital ha llevado a puntos inimaginados. Pero el registro fotográfico sigue siendo un ejercicio necesario, puesto que nuestro mundo posee cada vez más dinámica, los ciclos de cambios se aceleran, y se hace más complejo captarlos y abstraerlos para que se erijan como hitos de nuestra memoria. Es que definitivamente nuestra relación con el mundo está mediada por las imágenes, y las imágenes fijas que la fotografía nos proporciona, se instalan y permanecen en nuestra mente de una particular manera y detonan en ella significados, relaciones que estarán siempre disponibles, presentes, como una cicatriz.

En las fotografías de Sergio López, vemos la ciudad, sus habitantes, sus dramas, transeúntes solitarios, animales urbanos, perros vagos, palomas. El autor nos habla con la sensibilidad, honestidad y frescura de quien se inicia en la exploración del medio, sobre las problemáticas propias de la vida en una urbe, con su dosis de enajenación, tensiones y contradicciones, donde la ciudad actúa como telón de fondo en la que sus solitarios protagonistas se desenvuelven en sus indeterminados roles. Sergio se identifica con sus personajes, es parte del entorno y las situaciones que capta, se refleja en ellos, él los hace visibles en sus fotografías. En alguna medida, al retratarlos se entiende a sí mismo. Su motivación no es captar la rareza ni realizar un acto de compasión, es sencillamente un acto de empatía.


Jorge Gronemeyer
Licenciado en artes U.Playa Ancha,Valparaíso
Master en Fotografía,Universidad Politécnica de Valencia,España

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